sábado, 11 de agosto de 2007

El gran simulador


Madre mía, yo pensaba que ya a esta altura todo iria mejorando... digo si es que se puede mejorar algo.

Pero al llevar a nuestra hija al Parque se atrevió a decirme que estaba muy guapa. Además de intentar hablar para apelar a mi buena voluntad y raciocinio.

Deslizó alguna que otra lagrimilla por su situación económica. Como si hubiese sido yo la que decidió marcharse para vivir su vida con otra. Pensó tal vez que las decisiones eran de implicancia sentimental pero NO DINERARIA. No es ridículo.

Por un momento sentí pena, esa es mi debilidad.

Y mientras me contaba su pobre vida de nuevo pobre al que no le alcanza para un alquiler nuevo y el anticipo del mismo comencé a caer en la cuenta de que yo soy una mina sin trabajo, sin terminar mi carrera, con una hija, con una madre a la que también intento cuidar, que fui engañada MILES de veces y que esta vez fue con la "tiiiiiiiita". O sea que la pena me duró lo justo, 5 minutos.

Haciendo gala de mi buen humor le digo: al menos logré mi meta de pesar 60kg, a lo que el pobrecillo espetó -yo ni siquiera tengo báscula- ¿No os da pena? Yo tengo báscula de 15 euros pero no tengo ya familia, o mejor dicho familia completa.

Ah y cosa muy interesante, en un susurro apenas audible escuché: perdón por lo del tablet...

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